Resumen del libro de Rafael Echeverría

domingo, 25 de noviembre de 2012

Introducción

"El Búho de Minerva" es el trabajo de Rafael Echeverría anterior a "La Ontología del Lenguaje", su tema es el pensamiento filosófico occidental moderno desde que se rompe con la cosmovisión medieval hasta nuestros días y plantea dos objetivos centrales: ofrecer la posibilidad de seguir el hilo conductor de la evolución del pensamiento filosófico (para comprender su dinámica interna) y mostrar lo que han sido los grandes impasses con los que se enfrenta el pensamiento moderno (cuestiones que de diferentes maneras lo persiguen, sin lograr resolverlas adecuadamente a lo largo de su recorrido, y que terminan transformándose en "puntos de ruptura"). En el "Búho" se sostiene que el mundo occidental ha entrado en una profunda crisis que cuestiona los presupuestos básicos desde los cuales le conferíamos sentido a la vida y construíamos nuestra identidad, por lo tanto, señala una necesidad de avanzar hacia la superación de tales presupuestos y de abrirnos a una comprensión diferente del fenómeno humano.


Las bases para articular esta nueva comprensión toman las contribuciones de Nietzche, Wittgenstein y Heidegger, entre otros, pero el cuestionamiento no se lleva a cabo únicamente desde la filosofía, sino también desde el campo de las ciencias. El biólogo Humberto Maturana resulta una piedra angular para la interpretación que se hace en "La Ontología del Lenguaje".

El objetivo del trabajo de Rafael Echeverría en "La Ontología" es proponer determinada y particular articulación de todas estas contribuciones y apoyados en ellas ofrecer una nueva concepción integradora sobre el fenómeno humano. Esta es una nueva interpretación que declara situarse más allá de los presupuestos del pensamiento moderno y busca trascender las bases del "programa metafísico". Esta propuesta forma parte de un amplio movimiento emergente que tiene lugar en los más diversos campos de la cultura y es concordante con los profundos cambios que se están desarrollando a nivel de nuestras relaciones económicas, políticas y sociales, que se traducen en la emergencia de un nuevo escenario histórico, en el que encontramos los desafíos más importantes en el terreno de la tecnología y nuevas tecnologías de comunicación y, dichos desafíos nos obligan a repensar lo que significa ser humano.

En cada etapa histórica surge una interrogante sobre el sentido de lo humano y se ofrecen determinadas respuestas e interpretaciones. El "Búho" plantea que cada nueva interpretación sobre el fenómeno humano se plasma en modalidades del sentido común, que resulta un núcleo de presupuestos que constituyen lo que nos parece obvio.

Una particular "ontología" es una matriz interpretativa sobre el significado del fenómeno humano. Por 25 siglos nuestras interpretaciones sobre el sentido de lo humano se han desarrollado dentro de los parámetros establecidos por el pensamiento metafísico que naciera en la Grecia antigua y, los distintos cambios en nuestras interpretaciones traen consigo modificaciones de lo que conocemos como nuestro sentido común.

"La Ontología del Lenguaje" es un esfuerzo por ofrecer una nueva interpretación de lo que significa ser humano, se trata de una propuesta posmoderna y posmetafísica. Ofrece la posibilidad de interpretar sitúandose fuera del programa metafísico, que ha sido la base de la manera en que observamos la vida.

"La Ontología del Lenguaje" se nutre de diferentes influencias, donde las más importantes resultan las de Nietzche y Maturana. Son pensadores diferentes, provenientes de campos distintos, uno filósofo y el otro científico y, separados en su producción intelectual por un siglo, pero ambos obsesionados por entender el fenómeno humano. Ambos planean propuestas no siempre fáciles de comprender en sus implicaciones y no aptas para oídos metafísicos.

El pensamiento de Fernando Flores también se ve reflejado en "La Ontología del Lenguaje" como una influencia, pues en sus ideas Rafael Echeverría percibe una importante y original contribución al observar su enfoque diferente para abordar fenómenos sociales al relacionar trabajo y lenguaje y, el desarrollo de un planteamiento que articula contribuciones tan diversas como las de Heidegger, Searle y Maturana.

La inquietud principal de "La Ontología del Lenguaje" se sitúa en el ámbito de la ética, pues consiste en realidad en un libro sobre la ética de la convivencia humana. Remite a la temática del sentido de la vida y dirige hacia los problemas que guardan relación con la construcción de nuevas modalidades de convivencia en un mundo globalizado.

La temática del sentido de la vida es desafío fundamental de nuestro tiempo y el mundo globalizado implica la construcción de nuevas modalidades de convivencia social que da una transformación histórica fundamental, pues se está gestando una nueva y radicalmente diferente comprensión de los seres humanos.

Lo social, para los seres humanos, se constituye en el lenguaje y, todo fenómeno social es siempre un fenómeno lingüístico. El hecho de que se esté gestando una nueva y radicalmente distinta comprensión del ser humano resulta un acontecimiento especial de la historia que tiene el poder de reconfigurar lo posible ante nuestros ojos y modificar el futuro.